El Orégano
Caracteres Botanicos
Origanum vulgare es una
planta vivaz (que vive más de dos años), de tallo recto, que alcanza entre 30 y
80 centímetros y no es redondo sino, curiosamente, cuadrado, ramificado en la
parte más alta, totalmente cubierto de pelusilla blanca. Posee un rizoma
rastrero.
Las hojas brotan de dos en
dos en cada nudo, enfrentadas, son enteras, ovaladas, acabadas en punta,
también se recubren de pelusilla por ambas caras y su longitud es de hasta 4
centímetros. Poseen peciolo y aparecen cubiertas también de glándulas.
Las flores se disponen en
verticilastros que forman espiguillas de hasta 3 centímetros; las flores son
muy pequeñas (los pétalos no sobrepasan los 2 ó 3 milímetros de longitud), de
color violeta rosado, rezuman unas gotitas de un líquido amarillento aromático.
Están protegidas por
bractéolas de hasta 5 milímetros, de contorno oval y color verdoso o purpúreo.
Los cálices se presentan amarillentos y las corolas son bilabiadas de color
blanco, rojizo o purpúreo.
Toda la planta desprende un
agradable y particular aroma. Su sabor, por contra, es amargo. Entre sus
sinónimos de uso frecuente destacan: díctamo crético, orégano y mejorana
bastarda.
Usos medicinales
Una de las principales
aplicaciones del orégano en el mundo antiguo es la medicinal, ya que desde la
antigüedad se conocen sus propiedades estimulantes del apetito y digestivas,
carminativas, antiespasmóticas, antisépticas, eliminación de toxinas, contra
males del hígado o de las vías respiratorias, problemas dentales, etc.
El uso más extendido es en
infusión para combatir insomnio, estrés, fiebre y estados de ansiedad, o
aplicado como cataplasma para atajar dolores reumáticos y de las
articulaciones.
En cosmética combate la
celulitis y la hinchazón de piernas.
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